Vinos

Los principales productores vinícolas en Iberoamérica, además de España y Portugal, son Chile y Argentina. Asimismo, en Uruguay y en Baja California, México, también hay una producción de vino considerable.

Chile es una de las pocas zonas del mundo que no tiene vides injertadas previas a la filoxera y elaboran vino desde el siglo XIX, gracias a los conquistadores españoles que comenzaron a plantar viñedo en territorio chileno. Varias son las regiones vitícolas del país: Coquimbo: Valle de Limari y Valle de Elqui, Valle de Aconcagua, Valle de Casablanca, Valle del Maipo, Valle de Rapel, Valle del Curicó, Valle del Maule, Valle de Itata, Valle del Bio Bio y Valle de San Antonio.

En la República Dominicana, enclavada entre las montañas de la Cordillera Central y en el corazón de la hermosa Bahía de Ocoa se encuentra el primer Viñedo Resort del Caribe, un lugar exclusivo, productor de vinos tropicales de calidad mundial para aquellos que buscan un santuario natural privado y familiar: La Comunidad De La Vid, Ocoa Bay, República Dominicana.

Las variedades de uva tinta que se cultivan en Chile son cabernet sauvignon, merlot, carmener, syrah pinot noir y cabernet franc y las blancas son semillon, chardonnay, sauvignon blanc, viognier y gewürztraminer.

Argentina posee una extensa zona dedicada a la viticultura ubicada al oeste del país, al pie de la Cordillera de los Andes, y abarca desde los 22º hasta los 40º de latitud sur, con alturas que oscilan entre los 500 y 1.500 m. Esta gran amplitud en latitud norte-sur y la topología de sus valles andinos traen consigo importantes variaciones climatológicas y permiten dividir al país en regiones vitícolas muy demarcadas.

Entre sus zonas productoras están la Centro Oeste, con Mendoza y San Juan; la Noroeste, con Valle de Calchaquies, Valles de la provincia de Catamarca y La Rioja; y en el Sur, destaca el Alto Valle del Río Negro.

Argentina elabora sus vinos con las cepas tintas:  malbec, cabernet sauvignon, merlot, syrah, pinot noir, barbera, sangiovese, tempranilla, bonarda y cereza, entre otras. Las cepas blancas son: chenin blanc, torrontés riojano, ugni blanc, semillón, tocai friulano, chardonnay, riesling, sauvignon blanc, moscato bianco y pedro giménez, entre otras.

La mayoría de los viñedos y bodegas de Uruguay se encuentran en las colinas al norte de la capital Montevideo, sobre todo en los departamentos de Canelones, Montevideo, Colonia y San José. En la actualidad hay viñedos en 15 de los 19 departamentos del país. Oficialmente existen nueve zonas vitivinícolas: el Norte, el Litoral Norte, el Noreste, el Litoral Sur, la zona Central, y Central Este, el Sudoeste, el Sur y el Sudeste.

El Tannat es el vino varietal que inició la producción vitivinícola de Uruguay a escala comercial. En 1870, Don Pascual Harriague, buscando una cepa que se adaptara al suelo y clima locales, introdujo al país numerosas variedades de uva como esta.

Tannat es la uva más significativa del país, junto a la moscatel. Otras variedades de uva plantadas en Uruguay son las variedades tintas Cabernet Sauvignon y Merlot, y las blancas Ugni Blanc, Chardonnay y Sauvignon Blanc.

España es el tercer productor de vino del mundo, con 37.8 millones de hectólitros registrados en el año 2016, y el primer exportador, sin embargo solo ocupa el séptimo lugar internacional respecto al consumo (25.4 litros per cápita frente a los 54 de Portugal). También ostenta el record de tener la mayor superficie dedicada al viñedo de todo el globo terráqueo. Hay diferentes marchamos de calidad que protegen los vinos españoles: Denominación de Origen, Indicación Geográfica Protegida, Vinos de Pago, Vinos de la tierra, etc.

En territorio español se elaboran vinos blancos, tintos y rosados, prácticamente en todas las regiones, incluidas las Islas Canarias y las Baleares. El cava es un vino blanco espumoso producido en 7 Comunidades Autónomas, y de forma mayoritaria en Cataluña. La riqueza vitivinícola española obedece a la diversidad de climas y suelos que hay en el país, con joyas tan particulares como los vinos del Marco de Jerez.

Las variedades de uva que se usan para elaborar los vinos españoles son muy numerosas y además de las originarias de otros países, sobre todo de Francia (cabernet, chardonnay, pinot noir, merlot, etc), cada vez son más reivindicadas las cepas autóctonas de cada zona (albariño en Rias Baixas, verdejo en Rueda, mencía en El Bierzo, palomino fino en Jerez y un largo etcétera).

Por su parte, Portugal es el sexto productor vitivinícola del mundo Pocos son los países tan pequeños en tamaño que puedan presumir de tanta diversidad de vinos. Aparte de los famosos Oportos y Madeira, Portugal produce una gama de vinos muy amplia.

Las variedades de uvas blancas que predominan en Portugal son Alvariño, Arinto, Loureiro, Maria Gomes, Encruzado, Bical, Fernão Pires, Moscatel y Malvasia Fina. Y respecto a las tintas: Touriga Nacional, Tinto Roriz (o Aragonês), Baga, Castelão, Touriga Franca y Trincadeira (o Tinta Amarela).

Se distinguen tres regiones vitícolas portuguesas delimitadas por dos ríos importantes: el Duero (Douro) y el Tajo: en el norte sobresalen el vinho verde –un vino blanco o tinto, ligero, fresco y seco- y el oporto; en la zona central (Ribatejo), destacan el dao, la zona de Bairrada, al sur de Oporto, que elabora vinos tintos la cepa “baga”; y en el sur, están la península de Setúbal, que produce vinos generosos dulces de moscatel, con distintas crianzas; Alentejo con sus tintos mezcla de las uvas tinta roriz del Douro, castelao francês, moreto y trincadeira.

Asimismo, otros dos de los vinos más famosos de Portugal son los Oportos, cuya fermentación se detiene con la incorporación de aguardiente, quedando un notable contenido de azúcar residual y se cría en robles de madera y los vinos de Madeira, el único vino del mundo que se produce en un horno.