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Alimentos de Argentina


Carne

El asado es uno de los platos más representativos de Argentina. Los tradicionales habitantes del campo, los gauchos, son especialistas en la elaboración del asado, con las porciones de carne de vacuno colgadas en un asador de hierro que se clava en la tierra alrededor de un fogón de leña. Un asado correctamente preparado requiere varias horas de fuego y trabajo y puede convertirse en todo un acontecimiento que reúne a familia y amigos.

Uno de los platos regionales común a todo el país es el cordero patagónico, un tipo de asado que se hace en armazones metálicos clavados en el suelo alrededor del fuego.

Pero volviendo al famoso asado tradicional, dependiendo de la elaboración, se usan unos cortes u otros de la vaca. Los más habituales son la tira de asado, en el que la carne se corta en dirección perpendicular a las costillas; el bife de chorizo o lomo alto (que no tiene nada que ver con el chorizo español); el bife angosto se corresponde con el chuletón de lomo bajo; la palomita de paleta, equivalente a la llana y ubicada en el cuarto delantero; el matambre, situado entre las costillas y la piel y correspondiente a la aleta en España; la entraña, en el diafragma de la res, con una capa dura de piel que conviene quitar; el vacío, en la parte lateral trasera, entre las costillas y los huecos de la cadera, con mucho sabor aunque algo dura o la colita de cuadril –o tapilla-, sin hueso y en la parte baja del cuarto trasero.

Los chorizos criollos también son un clásico de los asados argentinos, que se toman como aperitivo mientras el resto de la carne se va asando. Así como las conocidas como “achuras”, que equivalen a los interiores o casquería.

Dulce de leche 

Es un alimento tradicional de varios países de América Latina y recibe distintos nombres según el lugar: manjar, arequipe, cajeta…).

Se utiliza en distintas elaboraciones y en Argentina destaca como ingrediente de los alfajores, que son unos dulces de origen español, compuesto por dos o más galletas rellenas con este dulce de leche, glaseadas, bañadas en chocolate o pasadas por azúcar en polvo.

En la década de los 50 se empieza a producir de forma masiva en la costa atlántica argentina por las marcas Havanna y Balcarce… a las que hoy se suman más de 30.

El dulce de leche es tan consumido por los argentinos que hay numerosas variedades… entre los que se encuentran el de 3 galletas pegadas con este dulce y glaseadas, conocido como “alfajor santafesino” y hay otros como “el cordobés”, relleno de dulces de frutas –sobre todo membrillo-, “el Tucumano o clarita”, con galletas crujientes y rellenas de dulce de leche con miel de caña o “los alfajores de maicena”, cuyas tapas se hacen con almidón de maíz, dulce de leche como relleno y coco rallado por fuera.

El mate 

Es una de las bebidas nacionales de Argentina –que fue introducida por los colonos españoles y portugueses y que también se toma en Paraguay, Brasil y Uruguay en zonas de Chile, Bolivia, Perú y Uruguay-.  Une a todas las clases sociales y alcanza un consumo anual de 100 litros per cápita.

La palabra “mate” procede del término quéchua “mati” que significa calabaza, por ser el recipiente donde se tomaba antiguamente.

Se trata de una infusión hecha con hojas de yerba mate y agua que se consume desde tiempos precolombinos, muy apreciada por los guaraníes, que incluso masticaban la planta.

Tiene un sabor amargo debido a los taninos de la hoja y un efecto estimulante por la cafeína que contiene, además de un poder antioxidante, digestivo, diurético y depurativo.

Se suele tomar caliente servida en un recipiente llamado “mate”, “cuia”, “porongo” o “guampa”, tradicionalmente confeccionado con calabaza, cuero, cuerno, porcelana, vidrio o madera. Y se sorbe con un utensilio conocido como “bombilla” que posee un filtro en uno de los extremos para colar la bebida y separarla de la yerba.

Hoy día se toma caliente con bombilla, como mate cocido y también como tereré, es decir, frío con agua o hielo y en algunos casos con zumo. Se puede endulzar o no.