Cocina de la libertad

La cocina rompe con los códigos establecidos y conquista un espacio de libertad

Rompiendo moldes en gastronomía 

Desde hace más de 20 años, España es el país que más y mejor ha innovado en el mundo de la alimentación y la cocina. Como refleja el presidente de la Real Academia de Gastronomía de España y de la Academia Iberoamericana, Rafael Ansón, en su libro “La cocina de la libertad” (Editorial Esfera), “impulsada por la creatividad absoluta en los fogones y una era de la comunicación sin precedentes, la cocina española rompe con los códigos establecidos y conquista un espacio de libertad que se extiende al resto del globo ya en el siglo XXI”.

La gastronomía de las 4S

Y nace así la “gastronomía de las 4 S”: saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria, reflejada en los diferentes modelos de negocio culinario: restaurantes tradicionales, restaurantes de vanguardia, gastrobares, tapas, etc. De tal forma que los cocineros actuales buscan, a través de la comida, crear emociones. La cocina actual se transforma de puramente sensorial en emocional, en muchas ocasiones gracias a las nuevas tecnologías que se aplican en el mundo culinario, siendo ésta una de las mayores aportaciones gastronómicas de los cocineros vanguardistas españoles en el siglo XXI. Sin olvidar el papel que han desempeñado los medios de comunicación como transmisores de todos estos cambios.

Este fenómeno no es ajeno a muchos países de Iberoamérica, algunos de ellos colocados en la lista mundial de The World’s 50 Best Restaurants y que buscan con sus propuestas superar la rigidez heredada de la alta cocina francesa y apostar por nuevos espacios para la creatividad, haciendo hincapié en sus despensas locales y en planteamientos sostenibles.

La creatividad llega al comensal que ahora pasa de ser sujeto pasivo en la mesa a tomar sus propias decisiones y a reivindicar la validez de sus propios criterios gustativos, en función de sus preferencias, su estado de ánimo, etc. La democracia llega también a la cocina.