Tomás Kalika
Argentina
El concepto gastronómico de su restaurante, Mishigene, es uno de los más vanguardistas de Buenos Aires. Destaca por elaborar clásicas recetas de la diáspora judía que Kalika reinterpreta con técnicas culinarias actuales, logrando distintas texturas y sabores únicos, a partir de las mejores materias primas.
Tomás no era buen estudiante, así que sus padres le mandaron a Israel para alejarle de ambientes poco recomendables. En su época adolescente era seguidor de programas de cocina en la televisión, averiguó cuál era el mejor cocinero de Jerusalén y consiguió trabajar con Eyal Shani, con quien se formó para después seguir haciéndolo en Europa y volver a Argentina en 2005.
Mishigene
En 2010 abrió en Palermo “The food Factory”, pero no le fue del todo bien “porque no tenía identidad propia”… hasta que en 2014 resurge con “Mishigene” (“loquito lindo”, en idish) y se lanzó a recuperar sabores de su memoria y de la de sus ancestros, inmigrantes rusos y polacos.
E inició un exitoso camino dentro y fuera de Argentina… por su singularidad, su original y honesta propuesta… a la que años después sumaría un local de cocina más informal, “Mishigene Fayer”, con la idea de hacer gastronomía judía desde una perspectiva argentina.